Pues ya está, en julio empezaremos a tener que sobre-convivir con el IVA del 18%

No han faltado titulares e informaciones mamporreras que incluyen frases como : “La rebelión del PP”, “El Gobierno salva la subida del IVA” y otros por el estilo, como diciéndonos que nos hemos librado por los pelos de la llegada de un tsunami o de la caída de un meteorito que iba a devastar el planeta.

Mención especial para Coalición Canaria que apoya la subida del IVA, pero el IGIC no se toca, todo un ejemplo de voto contra el ciudadano y exhibición de trapicheo en el arte de arrimarse.

Pocos, o ninguno, son los medios que desgranan y analizan los supuestos en la práctica de nuestras vidas cotidianas con un IVA del 18% en casi todo.

Hemos llegado a un punto de dilatación y relajación de tragaderas que ya nos entra la morcilla más gorda y larga sin hacernos ni cosquillas.

Incluso algunos viñetistas bien educados han aprovechado para cumplir con las órdenes editoriales, consistentes en buscar el hueco para colar un pepero de barbas que no aplaude la morcillada.

Disparo de salida para el redondeo con subida pícara de precios de la que tendremos noticias oficiales dentro de 5 o 10 años, eso sí, presentada ahora con el lenguaje de la ambigüedad económica para expertos y nos volverá a caer todo el sobrepeso en la carga fiscal. Y no será una putada. Se llamará “ajuste del gasto público”.

Un gasto público que lleva muchos meses apretando la mano en el bolsillo, con la inquietud del desempleo y una nueva mentalidad de estreñimiento voluntario ante el endeudamiento y la inversión.

Hay cosas sobre las que me arriesgo a afirmar que no cambiarán nunca, el IVA siempre será un añadido para “añadir” puntos de subida y el salario también será siempre mínimo, los precios subirán y los sueldos… tampoco.